5.5.20

Estrategia en tiempos de COVID -19 para empresarios y personas de negocios

Desde hace quince años atrás cuando Corporación Seiton existía se le reiteró a muchos líderes políticos y sociales que Colombia no estaba preparada para una recesión generada por múltiples factores: la desigualdad, es desequilibrio ambiental y la especulación financiera.

Le dijimos a nuestros gobernantes que invirtieran en un sistema de salud digno, pero hicieron todo lo contrario: se dedicaron a cerrar hospitales y hacer de la enfermedad un negocio. ¡Vaya corruptos! Por eso no creo en políticos ni les voto.

El COVID -19 solo es la punta del iceberg, la consecuencia del abuso de nuestro sistema ecológico y ambiental. Otros lo consideran un castigo divino por el maltrato a nuestra tierra. Yo simplemente diré que es la consecuencia de un crecimiento incontrolado que desplazó especies de animales con su flora microbiana a los poblados, favoreciendo la interacción del mundo microscópico salvaje con el ser humano.

Hoy, por cuenta de un virus, todo un planeta está encerrado, con muchos muertos y una economía quebrada que lo único que puede generar es desempleo, deudas y descontento social. 

Muchos empresarios no estaban preparados, o mejor dicho, estaban ocupados recogiendo dinero en sus talegas, el cual en estos momentos no es que sea de mucha utilidad. Es aquí donde surge el pánico y las preocupaciones: muchos quedaron en la quiebra y a pesar de estar produciendo, es casi seguro que no haya a quién venderle por una posible deflación (vale la pena que revise los datos de inflación del país, si está bajando es casi seguro que llegamos a ese nuevo escenario).

Se preocuparon por ventas, por marketing y por producir de manera indiscriminada; sin embargo, la estrategia brilló por su ausencia, la misma que enseña a construir los escenarios en tiempos de crisis. Ya no es tiempo de llorar, tocó asumir las consecuencias...

¿Qué hacer en tiempos de recesión por la COVID -19?

Si revisamos el contexto histórico de las pandemias que han azotado a nuestra "pobre humanidad", siempre han surgido dos polos: uno enfocado en el retorno a lo primitivo y otro hacia la renovación.

No es raro que hoy los Hippies de las nueva era anden pregonando por ahí sus asuntos espirituales como camino para resolver un estado de ansiedad y depresión económica. Ese es su negocio, agarrar a los que no ven más allá de sus montañas porque la inseguridad se los ha tragado vivos y no les queda más remedio que acudir a pócimas mágicas, terapias alternativas y todos los placebos para no enfrentar la realidad. Esto se debe a que los cimientos sobre los cuales fundamentaron sus vidas y sus negocios hoy se caen como un castillo de naipes.

Pero también es cierto que mientras unos viven el karma de la culpa  y hacen negocio con eso, otros viven en modo revolución. Es en las pandemias donde más innovaciones han salido, en especial en la forma de organización social y económica.

Ese grupo de revolucionarios fuera de enfrentar la realidad con información tiende a ser más competitiva, más feroz e incluso con tendencia a la exclusión y la segregación. Hoy ya lo vemos: gracias a la revolución de la economía digital unos pocos se tragan los recursos, adquieren nuevo conocimiento y hacen toneladas de dinero. Por otro lado, los que ni siquiera tienen un celular con whatsapp están quedando relegadas y olvidadas...

Hay dos cosas claras:
  1. La vida cambió para todos. No importa si se acaba la cuarentena, la vida cambió...
  2. Los negocios no serán los mismos después de la pandemia. Y si los negocios van a ser distintos, es importante que revise qué tiene de distinto en estos momentos.
Admítalo, tocó volver a barajar: aprender cosas nuevas, salir de la zona de confort y sacar así no quiera al animal que lleva por dentro que lo invita a la supervivencia, así como pasa en la jungla.

Así que quiero darle una serie de consejos para afrontar con valentía, prudencia e inteligencia este tiempo de cataclismos, fuego y mucha incertidumbre.

La inseguridad nos volverá exigentes.

Creo que los gobiernos encontraron la fórmula para diezmar a la informalidad empresarial. Hoy con tantos protocolos y medidas de seguridad es casi probable que las personas dejen de comprar a empresarios informales, pues la salud es primero. 

Con las medidas de reactivación escalonada con requisitos de bioseguridad solo los que hoy están formalizados han podido salir a medio facturar.

Ahora bien, si usted es un informal que ahora me está leyendo, ¿qué piensa hacer?
 
Sé que muchos dependen de su capacidad y su fuerza laboral, pero es momento de que tome la decisión: O se une a la competencia o monta una unidad productiva formal que le permita operar. Créame, hoy con los sistemas de información que están haciendo en los países para vigilar ya saben si usted es empleado o empresario informal porque no está generando ni un peso encerrado en su casa.

Lo otro es que ya no es posible hacer negocios sin ningún estándar de seguridad. Desde una asesoría o la venta de una empanada, si no tienen un protocolo de bioseguridad para poder operar dudo mucho que la gente quiera comprar.

La recesión nos hará más feroces

Es claro que si nunca ahorró, no fue juicioso con la estructura financiera de su empresa y no revisó sus hábitos de malgasto no creo que vaya a durar mucho en la batalla. Solo aquellos que entendieron que un negocio no depende del flujo de caja libre van a salir victoriosos en la pandemia.

Cada día la gente con capacidad adquisitiva será menor, pues muchos están en sus casas encerrados sin poder producir. Sume también los informales que ya no podrán producir que también compran. Ante esta situación no habrá a quien venderle, o mejor dicho, habrá mucha gente peleando por esos centavos, no me imagino en estos momentos el charco de sangre que se vendrá entre los mismos gremios económicos, una guerra fratricida que puede beneficiar a los de afuera gracias a los tratados de libre comercio que suscribió el país y que pocos aprovecharon.
 
Los de afuera son los que ganan en esta pandemia; le recuerdo que en el 2021 ya se acaban muchas salvaguardas en sectores estratégicos como las manufacturas y la agroindustria.

La cuestión es la siguiente: ¿ya miró nuevos horizontes para su negocio?
Es claro que como venía funcionando ya no es viable.

Yo no me imagino montando un hotel o un restaurante donde el modelo de negocio dependía de la presencia física de los clientes potenciales.  Todos los negocios que dependen del movimiento humano hoy están fritos. ¿Ante esa situación cómo se responderá?

Creo que las cocinas ocultas se van a multiplicar sumado al comercio electrónico con los sistemas de preparación y envío de paquetes. 
Creo en las oficinas de trabajo cien por ciento digitales, y le digo chao a todos los usureros de la propiedad raíz.

Es momento que mire más allá de su negocio y decida si vale la pena seguir ahí, o es mejor cerrar, sería lo más lógico para no quemar más dinero.

El futuro está en los  negocios con mayor conciencia

  • Si hoy vende leche que intoxica, busque desarrollar alimentos que permitan controlar la ansiedad y que realmente nutran.
  • Si hoy se dedica a vender cosechas con el 1500% de sobrecosto, mejor monta un servicio en donde cada persona pueda tener sus propios alimentos desde su propio huerto, el cual podría ser hasta manejado por los mismos campesinos que atropella comprando a centavo sus productos.
  • Si hoy se dedica a traer ropa de la China desde un buque factoría donde la gente no tiene ningún derecho laboral, mejor confeccione ropa en el país y de empleo a tanta gente que vive de la informalidad en el mundo textilero, la cual hoy padece hambre confinada en sus casas y no es apoyada ni siquiera por el estado.
  • Si hoy se dedica a la mafia de la educación que hoy ya no puede justificar sus altos precios de matrículas porque desde una laptop se aprende lo mismo, por qué no crea contenido digital para que la gente se eduque mejor. También debería ejercer la filantropía genuina, monte universidades abiertas de carácter digital favoreciendo así las ciudades científicas y educadas.
  • Si pertenece al cartel de lo social que vive de la contratación pública siendo cómplice de la corrupción ofreciendo productos que no pasan de ser asistenciales, mejor monte un hub de innovación social para que muchas personas puedan acceder a sus necesidades básicas con productos de mayor valor y escalables a nivel planetario: techo, comida, vestido, salud, cultura, educación entre otros.

Estructura financiera responsable

No bote su dinero en consultores que están igual de quebrados que usted. Mejor dedique su tiempo a tres cosas importantes para los negocios del siglo XXI:

  • Cómo genera y gestiona conocimiento para aprovechar esas reales oportunidades de mercado en donde la dignidad de la gente y el cuidado de la casa común son prioridad.
  • Cómo capitalizar ese valor en modelos de ingreso que van a migrar al mundo digital.
  • Y cómo edifica su negocio desde el patrimonio, no en la liquidez (todos los negocios basados en la liquidez la van a pasar muy mal en la pandemia)

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